Lamentablemente, hemos de agregar a nuestra fatídica lista de fallecidos en el Mar Menor, una víctima más, en este caso una mujer que se bañaba este mediodía en una playa de Santiago de la Ribera.
La cifra sigue subiendo, mientras que por el momento, nadie hace nada. De nuevo, se utilizan excusas baratas para escurrir el bulto: que si son personas muy mayores, que si problemas de corazón, que si es por el contraste entre la temperatura exterior y la del agua, que se atiendan a las indicaciones de los socorristas, bandera roja, etc.
Consejos muy válidos si estuviéramos hablando de mares como el Cantábrico o sin ir más lejos el propio Mediterráneo, pero no para aguas tan cálidas como las del Mar Menor (un mar que en agosto alcanza nada más y nada menos que los 30º y en los meses de invierno los 10º) Playas en las que raramente es necesario poner banderas de ningún tipo, pues el agua está muy calmada y no existe apenas oleaje. De hecho, esta característica fue un punto a favor a la hora de definir al Mar Menor, como un lugar apto para el baño, tanto de niños como de mayores.
Insisto con lo que decía en mi anterior post. Es muy fácil echar la culpa a los bañistas, cuando en realidad la solución pasaría por tomar medidas eficaces para frenar el vertido de aguas residuales y de riego que van a parar directamente a nuestra laguna.
No olvidemos aquel titular que leíamos hace ya dos años que advertía que «La contaminación del Mar Menor por nitratos supera hasta en veinte veces la norma europea. La laguna salada recibe cada año más de 3.000 toneladas de nutrientes de aguas urbanas y de riego»
Un par de párrafos para reflexionar:
«El Mar Menor se ahoga. Y si no se toman medidas rápidas, pronto se asfixiará. Recibe tal cantidad de vertidos contaminantes de actividades urbanas y agrícolas y en tal proporción que, sobre todo en la última década, apenas da abasto para renovar sus aguas.
Consecuencias visibles de estas alteraciones biológicas las conocen de sobra los veraneantes de la zona de Los Urrutias y El Carmolí, en el municipio de Cartagena: al elevarse la proporción de nutrientes se reduce la de oxígeno y esto facilita el crecimiento de algas y medusas y puede provocar la muerte de peces.»
A lo que añadiría yo también, de personas.
http://www.laverdad.es/murcia/20081116/cartagena/contaminacion-menor-nitratos-supera-20081116.html
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